El poliéster es una fibra sintética, desarrollada en el año 1941 por científicos británicos.
El deporte más popular del mundo y su prenda principal merecen su propio capítulo.
Las primeras camisetas de futbol allá por los principios del siglo 20 fueron de lana y mientras escribimos este artículo sufrimos en silencio por los jugadores que tuvieron que usar una prenda de ese material incluso hace mas de 100 años.
Es un hilado derivado de un polímero fabricado por el ser humano. Se obtiene a través de la polimerización del Ácido Tereftalico (PTA) y el Etilenglicol, que son productos derivados del petróleo.
No sabemos exactamente cuando, pero luego las camisetas fueron hechas de algodón y aunque resultaron un avance extraordinario con respecto a la lana, mucho camino faltaba recorrer para llegar al confort actual.
¿Porque? Sencillo, el algodón es una fibra también natural que tiene un desempeño muy noble en las prendas de uso diario que implican comodidad y suavidad al tacto pero tienen un desempeño terrible con la transpiración y absorción de humedad. El algodón absorbe casi 5 veces mas la humedad que el poliéster. El resultado? Prendas que a medida que avanzaba el juego se tornaban mas pesadas y molestas para el jugador. Tengamos en cuenta de que el Algodón retiene casi el 7% de su propio peso de la transpiración, el Poliéster solo retine el 0,4%.
¿Otra desventaja? La baja solidez colorea de las prendas ante los constantes lavados. Al igual que nuestras queridas remeras de algodón que tanto cuidamos en los lavados para que no se estropeen y pierdan su color original, las remeras deportivas comenzaban a desteñirse con los lavados y cada jugador (especialmente en los equipos amateurs que usaban varias veces la misma camiseta) terminaba con una prenda de distinto color al de su compañero.
El año que Argentina sale campeón del mundo por primera vez lo hace con una camiseta de algodón ( y manga larga…lo cual aumenta aún mas la admiración que tenemos por aquellos jugadores).
Ya a comienzos de la década de los 80 irrumpe en el fútbol profesional el poliéster. Primero en Europa y luego en el resto del mundo.
Los profesionales que jugaban en el exterior prueban las nuevas camisetas de sus equipos de fútbol y como reguero de pólvora en pocos años el poliéster se adueña del mundo futbolístico profesional.
Las razones por las que el Poliester aún 40 años después sigue siendo la fibra mas usada son las enunciadas mas arriba:
Baja absorción de humedad y transpiración.
Solidez de los colores ante continuos lavados.
Estabilidad física y dimensional de la fibra. La prenda no se estira ni encoge ni se deforma con los lavados.
Puede ser mezclada con elastómero para la confección de cortes mas pegados al cuerpo y evitar dar una ventaja al rival con ¨camisetazos¨o manotazos.
Alta durabilidad de la fibra que evita su rotura incluso después de varios usos.
Alta resistencia al sol lo que permite su uso durante todo el día y distintas estaciones climáticas.
Evolución:
Como sigue entonces? Es acaso el Poliester que usamos ahora el mismo que el de los 80?
No. El poliéster como el futbol es una fibra en constante evolución y no parece detenerse.
Peso: En los 80 se usaba un hilado mas grueso para la confección de las camisetas. Hoy se utiliza un hilado mucho mas fino lo cual hace que la prenda sea mas liviana que la que se utilizaba en ese momento, incluso con el mismo tamaño. (art. 717)
Suavidad: La aparición de las microfibras significó otro gran avance en el mundo del poliéster. La suavidad que se obtuvo en las telas para camisetas termino de opacar al algodón y coronó como rey absoluto al Poliester en el mundo de los deportes, amateurs y profesionales.(Art. 709).
Dibujo: El último gran avance después de la microfibra vino acompañado de las máquinas circulares. Estas permitieron realizar dibujos en una o las 2 caras del tejido que incluso favorecen aún mas la respirabilidad de las prendas. Dibujos como el dry-fit (709), cool (2000) o panal de abejas/web sphere (2008) fueron las opciones que eligieron los diseñadores de las prendas de los seleccionados mundiales para que los equipos de sus respectivos países maximicen su rendimiento físico en un deporte que no parece parar de crecer.